La Compañía «La Barraca Danza – Teatro» de Jesús Custodio, tiene como seña de identidad llevar, a través del teatro, la danza y el flamenco, historias que conmueven y que en nuestra actualidad aún no han recobrado el protagonismo que verdaderamente se merecen. La voz dormida es una de esas historias contadas por la escritora extremeña Dulce Chacón, que pone de manifiesto la lucha por la dignidad y la libertad frente a la represión, la humillación y la tortura conducida hasta la muerte. Está obra quizás sea un fiel reflejo de un grupo de mujeres valientes que se enfrentaron a la dictadura franquista, y que sufrieron los estragos de una guerra perdida. Pero también pretende ser un canto a la libertad, una voz que despertará el silencio oprimido, en un espectáculo que aunará el teatro, la danza y el flamenco como lenguaje universal.
Dentro de nuestros montajes escénicos, siempre trabajamos con obras que nos permiten traducirlas a imágenes unidas a elementos escenográficos que surgen y se van creando a través de la improvisación. Por eso la adaptación y dramaturgia es un elemento fundamental que ser irá creando a través del juego dramático y a medida de lo que vaya sucediendo en la propia escena, es decir, que el texto íntegro de la obra se irá creando a través del espacio escénico y sonoro que partirá del movimiento corporal, la música y las letras de flamenco como hilo conductor principal.
